9.25.2014

"con la mirada de quien no tiene miedo a morir, sino a no sentirse vivo"


Imagina una pluma cayendo.
Suave.
Despacio.


Así te quiero.
Suave.
Despacio.

Así quiero que me quieras,
así quiero que me recorran tus manos;

como un conquistador descubriendo nuevo mundo.
Emocionado.

como una musa siendo descrita.
Colocado.

como el poeta que la describe.
Cachondo.

como un niño metiendo el dedo en la tarta.
Travieso.

Imagina una pluma cayendo.
Imagíname a mí cayendo.

Y tú batiendo las alas desde el cielo.

Súbeme hasta las estrellas y déjame caer;
quiero vivir aferrándome a la muerte.

9.23.2014

Knee socks


Está sentada en ceniza, refugiada entre muros de hojas secas; 
con una sonrisa acalorada cansada y un vestido de flores muertas.

Qué harta estoy del Sol , le comenta a la Luna.                  
Yo en cambio lo echo de menos , responde la enamorada.

Con mirada herida y corazón en hielo recorre las quemaduras de su piel.
Rastros sin consuelo.

 ¿Por qué lo amas, si nunca está?                                       
 Porque él es lo que sueño cuando duermo.                        

¿Y con qué sueña ella?
Con el color naranja, abrazos derretidos, chocolates fundidos;
noches largas, cuentos cortos y pies fríos.

Sueña con él.
Sueña, con él.

Sueña con miedo,
                  pánico, 
                  histeria,
                  dolor, 
                  recuerdos...,

                                       pero sueña. 








Autumn, the year's last, loveliest smile.




9.22.2014

ROMA

Roma tenía los hombros caídos, los labios rojos y las uñas mordidas;
el pelo suelto y las pasiones de mil hombres en sus ojos escondidas.
Roma no tenía ganas de jugar, con soñar le era más que suficiente;
se conformaba con ver a los pájaros volar y levantar sus brazos al cielo.
Soñando alto.
Sintiendo viento.
Suplicando vuelo.
Roma era una niña pequeña columpiándose en un parque del centro;
era de esas niñas que tienen la ropa deshilachada, igual que el corazón.
De esas que no regalan besos, pero que con cada palabra te rompen el pecho.
Roma era una chica singular, sin igual; iba en singular y sin dudar.
Un solo momento.


Roma es todas y cada una de las noches que te has pasado despierto.
Con la ventana, con los ojos y hasta con el corazón, abiertos.
Con la piel por debajo de las costillas.
Con miedo,
y en carne viva.

Roma es emperatriz de muchos imperios, aunque, reina, solamente es de su reino.
Roma es incapaz de arrancar un alma de un cuerpo,
pero le encanta eso de enrollarte alrededor de su índice,
como si no fueses nada más que la puta cuerda de su globo.
Y en cualquier momento, te puedes ir flotando entre nubes.
De papel,
o de algodón de azúcar, si prefieres.

El caso, es que deberías tener más miedo tú que ella.
Porque si te vas pierdes y no hay autopista de vuelta;
y sin embargo, todos los demás caminos, llevan a Roma.




9.05.2014

Why you only call me when you're high?


Esta tarde me he encontrado con tu recuerdo en la esquina donde solíamos enrollarnos.
Me ha llamado desde la acera, como un mendigo pidiendo limosna.
Suave y decaído.
Me ha pedido un mechero, como el fumador de esta mañana.
Pero él no quería encender un cigarro, sino quemarse a sí mismo.
Y, sin embargo, estúpida de mí, no le he dejado.
Y ahora soy yo la que se quema en vez de arder él.
Me consumo en un bar que está a unas cuantas cuadras más abajo. O  más arriba.
Desde la barra ya no distingo arriba de abajo,
bien de mal,
dolor de amor.
Deberia haberle dado el mechero.
Ahora te veo doble a mi lado en este antro.
Y sonríes, con tu sonrisa de dientes torcidos
y me retuerces el alma.
Tu recuerdo se replica otra vez,
y a mí apenas me queda capacidad de réplica.
Te veo sentado a mi lado cinco veces.
Borroso como humo.
Me dirijo a uno de vosotros, y en la sexta copa de más,
te invito a que me lleves a casa.