¿Has sentido alguna vez que estás atrapado en un mundo al que no perteneces? Porque las personas no te entienden, porque el aire que respiras no te llena, porque lo que te rodea deja un espacio en tu interior.
Cada sonrisa que finges es una prueba más de lo fuerte que eres cada día. Pero, ¿cuánto más podrás aguantar?
Sé como te sientes, conozco esa sensación de querer huir de todo, de todos; querer correr y desaparecer.
Pero a veces huir no es la solución. Tienes que fijarte que hay otros más pequeños e insignificantes que tú, que siguen adelante, porque siempre hay algo en lo que creer y por lo que vivir.
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Carpe Diem.